El consumo de alcohol de manera excesiva y habitual es malo para la salud y para nuestro organismo pudiendo provocar la aparición de varices en las piernas y, al mismo tiempo, afectando perjudicialmente a la mayoría de órganos de nuestro cuerpo. Nuestros vasos sanguíneos y la sangre se ven afectados con el consumo de bebidas alcohólicas, pudiendo llegar a entorpecer la circulación de la sangre. En Clínica Vasculine te damos toda la información al respecto. ¡Descubre más en el siguiente post!
Piernas con varices, ¿influyen las bebidas alcohólicas?
Si profundizamos más en esta cuestión podemos señalar que el exceso de alcohol tiene efectos a largo plazo que afectan al buen funcionamiento del corazón. Puede llegar a ralentizar y entorpecer en gran medida la circulación sanguínea e incluso impedir que el oxígeno y los nutrientes lleguen a todas las partes de nuestro cuerpo de forma eficiente. Aumento de la presión arterial, riesgo de padecer un derrame cerebral u otras enfermedades cardíacas son algunos de los problemas que se pueden llegar a desarrollar.
Consumir alcohol provoca que el ritmo cardíaco aumente, lo que hace que la sangre se bombee mucho más rápido a través de las venas. Las consecuencias de esto pueden derivar en una dilatación de las venas de las piernas, produciéndose así síntomas de hinchazón, sensación de pesadez y varices.
No existe como tal una evidencia significativa de que el alcohol provoque la aparición de venas varicosas, pero si es cierto que su consumo en exceso puede llegar a agravar los síntomas de una insuficiencia venosa crónica ya existente.
Síntomas de las varices internas en las piernas por el alcohol
Si una persona es consumidora habitual de bebidas alcohólicas y siente que aumenta la sensación de pesadez de en las piernas es un posible síntoma de aparición de varices, síntomas que pueden verse agravados si no se pone solución pronto. El alcohol por tanto puede contribuir significativamente a la aparición de las venas varicosas y hacer que estas sobresalgan significativamente hacia afuera, causando un mayor dolor y haciéndolas aún más prominentes.
Cabe destacar en este apartado la aparición de varices en el hígado, las denominadas varices esofágicas, las cuáles son causadas por la cirrosis, enfermedad que en muchas ocasiones se desarrolla debido al alcoholismo de una persona.
Reducir la ingesta de alcohol es clave para frenar la aparición de problemas circulatorios, pero en el caso de que se exceda su consumo por algo en particular, se recomienda realizar ejercicios para mejorar la circulación de las piernas, mantener una dieta equilibrada, utilizar medias de compresión, realizar masajes con un gel y darse baños de contraste frío-calor.
